Cuando exigimos actos de responsabilidad, solemos olvidar fácilmente la parte proporcional que nos toca en el asunto. Olvidamos el papel fundamental que cada persona juega en una sociedad moldeada, por otra parte, según los hábitos, obligaciones y costumbres que van imponiéndose esos mismos individuos. El hombre se encuentra frente al hombre. Olvido equivale a negación; equivale a abandono. Y cuando uno abandona el rol que le toca desempeñar, luego no puede pretender alcanzar de la noche a la mañana el estatus de ciudadano comprometido, para poder participar de forma activa o hacer escuchar su voz. Pero aún hay más. Para que nuestras obligaciones y nuestros compromisos den como fruto actos igualitarios y justos, hemos de dotarlos de voluntad. (
Debemos percatarnos, pues, del valor imprescindible de nuestra participación en todas aquellas acciones que conforman la sociedad. No podemos, ni debemos limitar nuestra presencia a la corrección de toma de decisiones, sino que debemos ser participes activos desde el principio. Así, no nos sorprenderemos cuando esas decisiones se lleven a cabo; ni tendremos que interrogarnos por el por qué, el cómo, el dónde y el cuándo se han tomado.
Tal vez sea ésta la idea más clara que pretende transmitir y que uno puede sacar en claro de Peatones de sevilla. Todos los residentes en Sevilla forman parte activa de este proyecto. Suya ha sido la decisión de cambiar la fisionomía de la ciudad y de proyectar una nueva imagen de ella; y suya debe ser la obligación y la responsabilidad de que en este proyecto tengan cabida todas las personas. Es el momento de construir un espacio pensado para todos.< La necesidad guía a los hombres y los une> ( Michel de Montaigne, Ensayos III, Cap. IX ). El camino a seguir debe ser único : el diseño de una ciudad cuyos fines sean la integración y la accesibilidad. La tarea no es fácil, y todos tenemos en ella nuestro papel, comenzando por preguntarnos qué podemos aportar cada uno de nosotros para hacer esa accesibilidad más nuestra. Pues, a fin de cuentas, y echando mano de unos versos de Serrat:
Cada uno a su manera,
Cada quién con sus modos;
Detrás estamos todos,
Usted, yo y el de enfrente.
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