14 abril 2011

VEO VEO

 Texto Miguel Ruiz Poo Imagen PDS


Pocas veces se tiene la posibilidad de escribir poemas en el asfalto, en la carretera. Durante la Ciclovida tuvimos la oportunidad de hacerlo. Niños, ancianos, paseantes, turistas cogieron las tizas e hicieron suyo un espacio que normalmente esta reservado a las máquinas. Ocurrió en la Ronda Histórica, en la que por un día las personas tuvieron prioridad.

veo mis ruedas
de ellas brota una bici
de la bici brota mi cuerpo
giro a la izquierda
y el mundo gira conmigo.

veo humo
del humo brota una boca
de la boca brota un cigarro
(cómo molestan los humos
si no son propios)

veo un paso de cebra
de ella brota un brazo
del brazo brota una mano
la mano camina y pasa
(agradece)

veo un banco
del banco brotan unos muslos
de los muslos brota una mata de pelo
roja, de mis ojos brota
el deseo.

veo la calzada
de ella brota un bastón
del bastón brota un ciego
del ciego brota una lengua
que acaricia las calles.

veo coches
coches, coches, coches,
colonizando bocas, brazos, bastones,
e inundándolo todo
con su diluvio de chapa.



Miguel Ruiz Poo (Venezuela, 1980) es un amigo, un poeta y un soñador de relatos que junto al colectivo Aina Libe trabaja desde hace más de dos años para sorprender a los viandantes de nuestra ciudad. El pasado 27 de marzo realizó una intervención callejera junto a Nieves Peña, en colaboración con Peatones de Sevilla, escribiendo poemas sobre la calzada dentro de las actividades de última Ciclovida. Recientemente publicó su primer poemario en solitario, un regalo al día a día, a la vida ordinaria y vibrante, un sueño en colores primarios: Crónicas daltónicas.