04 julio 2010

MADRID, CIUDAD SEDIENTA

  Texto Concepción Martín Brenes Imagen A Pie


La Asociación de viandantes A Pie, una de las principales referencias de nuestra entidad, lleva trabajando años para hacer de Madrid una ciudad más amable con sus habitantes. Una tarea verdaderamente compleja que intentan solventar con iniciativas brillantes como la que realizaron el pasado mes de junio.

Preocupados ante una dinámica urbana en la que cada vez hay más cemento, menos bancos, menos árboles y menos fuentes en las calles de Madrid, han optado por donar una fuente al Ayuntamiento de la ciudad, concretamente en la plaza de Callao. "En vista de que no las coloca, se la hemos regalado, a ver si emprende un plan de recuperación de fuentes", explicó Marcos Montes, presidente de A Pie. "Por distintos motivos se están suprimiendo elementos urbanos que favorecen que la gente esté en la calle. Las fuentes son importantes, sobre todo, para los más pequeños y los mayores, que son los que más sufren el calor".

Además A Pie está realizando un inventario de las fuentes de la ciudad que les está permitiendo recopilar información clave para entender dicha problemática: los datos indican que el número de este tipo de surtidores se ha reducido más de la mitad, quedando en las calles y zonas verdes únicamente 1.843 fuentes, frente a las cerca de 4.000 que existían hace apenas tres décadas. De ellas, la mayoría se encuentran ubicadas en parques y zonas ajardinadas, por lo que apenas medio millar (562) se ubican en las calles de la capital. El gran tamaño de Madrid hace que sólo exista una fuente cada 5,2 kilómetros, lo que implica que en alguno casos los paseantes por la ciudad tengan que andar más de una hora hasta encontrar el surtidor más próximo. Lo peor de todo es que muchas de estas 562 fuentes supervivientes no funcionan.

Nuestros compañeros de Madrid tienen claro las razones por las que hacen falta fuentes de agua potable en el espacio público, sirva el siguiente texto extraído de su web:

• porque en climas de calores rigurosos como el madrileño, las fuentes para beber contribuyen a que las personas se hidraten y puedan caminar con mayor comodidad

• porque hay grupos de la población para los que la alternativa de bares o máquinas no es adecuada por edad, renta u otros factores

• porque hay áreas de la ciudad en las que no existen alternativas para obtener el líquido vital

• porque los niños aprovechan más el espacio público si disponen de agua en verano

En definitiva, las fuentes de beber son un bien público que sirve para:

• refrescar los cuerpos

• refrescar los ambientes

• Introducir el sonido del agua en la ciudad

Obviamente, no se trata de una necesidad fundamental de todos los madrileños, aunque para algunos sea vital seguir contando con ellas. Tampoco se trata de la reclamación prioritaria en el espacio público, dominado por el automóvil y sus consecuencias. No es una reclamación cara; contemplando las fuentes como un elemento integrado en las redes de riego y suministro de agua, el coste de mantenimiento y el consumo de agua de una red completa de fuentes para las calles y espacios públicos de la ciudad es relativamente muy pequeño.

La degradación del sistema de fuentes de agua potable es un síntoma de otros abandonos: de la falta de una concepción integral de la calle, de la disolución del espacio público como un bien colectivo, de la pérdida de identidad, de la despreocupación por el detalle y las necesidades de los más vulnerables.

Muchas de las fuentes madrileñas son parte de la memoria colectiva de los barrios y de la ciudad. Algunas tienen también un valor histórico y patrimonial, incompleto si no puede utilizarse para su función original, para suministrar agua a los que caminan o simplemente disfrutan del espacio público. O degradado si no se cuida su entorno.

Otras ciudades españolas y europeas mantienen sus fuentes con mayor mimo, sea o no su climatología tan exigente como la madrileña. Por todo ello estimamos que merece la pena una respuesta ciudadana para conservar e incrementar ese patrimonio público de las fuentes de beber en la ciudad.

En relación a Sevilla cabe mencionar que el número de fuentes ha aumentado en los últimos años, una buena inciativa que esperamos se mantenga y se amplie en el tiempo, ya que desde Peatones de Sevilla entendemos que es necesario seguir realizando esfuerzos al respecto.