02 octubre 2010

CAMINANDO POR SEVILLA

 Texto Concepción Martín Brenes Imagen PDS



Peatones de Sevilla nace con el objetivo de introducir los derechos del peatón y la movilidad sostenible en la agenda social y política de Sevilla, esto es, con el propósito de empujar a los distintos colectivos sociales y a los partidos políticos a que sus propuestas y actuaciones tengan en cuenta a los peatones.

En los últimos años los avances que ha vivido nuestra ciudad al respecto han sido significativos. Sevilla ha pasado en poco tiempo a contar con una moderna y exitosa línea de Metro, con un tranvía, amable y ecológico, y con un carril bici que en la actualidad cuenta con casi 70.000 usuarios anuales, progresos que han convertido a Sevilla en un claro referente español en lo que concierne a la movilidad sostenible.

Desde el punto de vista del avance en los derechos de los peatones, y en este sentido cabe recordar que todos somos peatones, nuestra urbe ha contado con una serie de peatonalizaciones que hoy en día, una vez superados los problemas iniciales que suelen acompañar a cualquier tipo de obra, cuentan con el respaldo de la mayoría de las sevillanas y los sevillanos.

Si aún no conocen los beneficios que han traído las peatonalizaciones a nuestra ciudad les recomiendo que dejen aparcado durante un día el coche y que se acerquen a caminar sin prisas por la Avenida de la Constitución, por la renovada Plaza Nueva, por la revitalizada Alameda, o por el nuevo centro comercial en el que se ha convertido la calle Asunción. Si se fijan durante un instante en los rostros de las personas con las que se crucen, verán que les parecen personas más felices y relajadas. Si observan los edificios y los monumentos, verán que han vuelto a recuperar el esplendor perdido. Si se paran a escuchar, oirán las risas de los niños que han vuelto a jugar donde antes les estaba prohibido. Si quieren respirar aire limpio, aprovechen la oportunidad.

A continuación les invito a recorrer durante un instante alguna de las anacrónicas calles que aún quedan en nuestro centro. Intenten caminar una mañana cualquiera por la calle Zaragoza, la calle Águilas, la calle Amor de Dios o la calle Adriano, incluso les invito a que traten de recorrerlas empujando un carrito de niños o sobre una silla de ruedas como las que utilizan diariamente algunas de las miles de personas con discapacidad que viven en nuestra ciudad. Tras recorrer varios metros compartiendo la calzada con los coches y arriesgando nuestra propia integridad física y la de nuestras familias cualquier persona seria y responsable debería llegar a la misma conclusión, en nuestra ciudad existe un problema grave que antes o después tenemos que solucionar: es necesario racionalizar el acceso del tráfico en el casco histórico.

Cuando la Constitución Española reconoce en su artículo 19 la libertad de circulación de las personas, por cierto no la de los vehículos, hace referencia al derecho que tenemos todas y todos a movernos libremente por el territorio nacional. Por otra parte cuando en un entorno de calles estrechas, como son las de nuestro centro, se introducen demasiados coches pueden producirse importantes problemas que afectan a otros derechos constitucionales no menos importantes como son la seguridad, la salud o la igualdad.

En este sentido cabe recordar cómo la Constitución posibilita el establecimiento de limitaciones al derecho a la libre circulación en la medida en que sea necesario y compatible con el ejercicio de otros derechos reconocidos constitucionalmente. Haciendo uso de esa facultad, el legislador ha regulado el ejercicio del derecho, otorgando, tanto en la Ley de Bases del Régimen Local como en el Texto Articulado de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad vial, la posibilidad a los municipios de que regulen los usos de las vías públicas urbanas.

En nuestra opinión el Ayuntamientos de Sevilla, al igual que hacen muchas otras ciudades españolas como Madrid, debe hacer uso de las competencias que tienen atribuidas para establecer medidas básicas de regulación del tráfico que ayuden a solventar los importantes problemas que encuentran los peatones en el casco histórico de la ciudad.

En definitiva consideramos que con estas limitaciones de acceso al centro no se está vulnerando el derecho constitucional de libertad de circulación, pues como entiende la doctrina y la jurisprudencia española, en ningún momento se está privando a la persona de poder circular por el centro de la ciudad, ya que todos podemos acceder al mismo a pie, en bicicleta, en transporte público e incluso en vehículos a motor privado. Lo único que se está haciendo es regular los medios y las formas con los que podemos circular para racionalizar el uso y el disfrute del espacio público en condiciones de igualdad.

Todos los ayuntamientos deberían tener claro al menos dos aspectos: los grandes beneficios que acompañan a la movilidad sostenible y la obligatoriedad de trabajar de manera decidida por asegurar la accesibilidad universal y la seguridad vial en los transportes y los espacios públicos. Por eso, desde nuestro punto de vista, Sevilla necesita ahora y en el futuro seguir apostando por la movilidad sostenible en base a principios tan básicos como los aprobados por el Parlamento Europeo en 1988 dentro de Carta de los Derechos del Peatón.

Concepción Martín Brenes es Secretaria de Peatones de Sevilla.

Artículo de opinión publicado en El Correo de Andalucía.